Reseña Histórica
La Unidad Educativa Colegio Fe y Alegría “Andy Aparicio”, nació bajo similares condiciones y virtudes de muchos otros colegios pertenecientes al movimiento de Educación Popular Integral y Promoción Social, Fe y Alegría.
En el año 1991, un grupo de religiosos de la Compañía de Jesús decidieron residenciarse en el sector Las Casitas de la parte alta de la Parroquia La Vega. Una vez establecido el nexo con los miembros de la comunidad, fue naciendo la idea de crear una institución educativa popular con plena convicción de la educación como una opción evangelizadora. En dicha labor inicial de gestión de recursos y permisos para la construcción del colegio, el Padre Henry Mendoza s.j. representó sin duda alguna un pilar y faro orientador para todo lo que estaba por acontecer.
Inicialmente se comenzaron a dictar las clases en horas de la tarde en la Unidad Educativa Escuela Canaima, gracias a la colaboración de la Directora de la escuela. De igual manera la Sra. Rigoberta (Berta) ofreció su casa como aula de clases para poder atender las necesidades educativas de los niños que acudieron con entusiasmo al llamado de los maestros. El dispensario ubicado en el sector La Pradera, también ofreció parte de sus espacios físicos para atender a los niños más pequeños, lo que hoy en día es conocido
como educación inicial.
La estructura de lo que a la postre sería la Unidad Educativa Fe y Alegría Andy Aparicio había sido de tantas construcciones abandonadas por MINDUR. La escasez de recursos unido a una falta de claridad de lo que se pretendía construir en el sector Las Casitas, provocó una inmensa preocupación en la comunidad, la cual se debatía entre tendencias que deseaban un dispensario, otras que luchaban por la idea del colegio y algunos grupos que amenazaban con invadir la incompleta estructura. Gracias al empeño de líderes comunitarios religiosos y hasta de los propios niños y jóvenes, triunfó la idea del colegio para las comunidades de la parte alta de la Vega.
Una vez superada la dificultad inicial de la infraestructura, así como de las posiciones encontradas en la comunidad sobre la finalidad de la misma, se debía seleccionar el nombre para la Institución: La incipiente comunidad educativa decidió darle el nombre de “Andy Aparicio” al colegio